Cada vez que veo a un grupo de valientes que se alquilan o se compran unos karts y hacen una recreación del Mario Kart por la calle pienso: no me muero sin hacer lo mismo con mis colegas.
Cada vez que veo a un grupo de valientes que se alquilan o se compran unos karts y hacen una recreación del Mario Kart por la calle pienso: no me muero sin hacer lo mismo con mis colegas.